Manifiesto
- El transporte público debe desempeñar un papel más relevante en los viajes nacionales e internacionales en toda Europa; es especialmente importante para la regeneración regional, por su contribución a la cohesión social, a la mejora del medio ambiente, al ahorro de emisiones y de energía, y a la seguridad en el transporte.
- Las tarifas, el sistema de billetaje y las políticas financieras deberían fomentar activamente el uso del ferrocarril y de los otros modos de transporte público.
- Deben gozar de prioridad las opciones de transporte público respetuosas con el medio ambiente.
- Los viajes se deben poder realizar con buenos transbordos siempre que sea posible, con conexiones fáciles y garantizadas, o con alternativas razonables en el caso que surjan problemas.
- La compra de billetes debe ser simple, con reservas de asiento o en plazas en coche-cama, y deben poderse realizar en cualquier país y desde cualquier lugar. Los billetes y las reservas deberían poderse formalizar a través de un amplio y diverso sistema de puntos de venta.
- La información se debe conseguir fácilmente y ha de ser de fácil comprensión, tanto en los servicios nacionales como en los internacionales; al menos debe ser tan fácil de conseguir y de comprender como hoy lo es para los viajes que se hacen en automóvil.
- Los pasajeros han ser adecuadamente consultados por los operadores en el momento de planificar los servicios y las instalaciones de transporte.
- El derecho básico a la indemnización y a la compensación se ha de armonizar en toda Europa y se debe aplicar sobre todas las formas de transporte público.
- Se debe alentar a los operadores a cooperar entre eles de una manera más eficaz para promover los viajes internacionales de larga distancia en ferrocarril, de manera que ofrezca una alternativa atractiva a los viajes en avión.
- El transporte público ha de ser accesible a todos los sectores de la sociedad.
- Los viajes transfronterizos de corta distancia se deben poder hacer fácilmente y con un nivel de precios realista.
- Los servicios en tren, autobús, avión y los servicios marítimos o fluviales se deben integrar adecuadamente. Deben producirse mejoras, además, en los enlaces con los principales aeropuertos y puertos marítimos a través del ferrocarril y el autobús, y, siempre que sea posible, con sistemas de billetes integrados.
- Las líneas internacionales y nacionales de ferrocarril de alta velocidad debe seguir desarrollándose, pero no a costa del progreso del resto de sistemas de transporte.
- El acceso a los servicios de larga distancia, de tren y de autobús, a través de los sistemas locales de transporte público debe ser fácil y deben disponer de enlaces eficaces.
- Las ventajas logradas en la seguridad del transporte público se deben preservar y mejorar.